Hace un par de semanas que intento hacer un directo para dar respuesta a las preguntas que me planteáis después de leer la carta semanal pero no encuentro el momento. Y no parece que este ritmo frenético que llevo vaya a ir a menos en las próximas semanas. De modo que abordaré algunas de las cuestiones en esta carta.
En un par de semanas grabo un programa para TV3. Un talent show distinto al formato que seguramente nos viene a la cabeza cuando oímos la palabra «talent show». Es una propuesta singular que tiene como objetivo poner en valor el joven talento y dar la oportunidad de cantar con un artista reconocido. Mi papel será el de coach vocal y artístico de esos jóvenes y conductora del programa. Me apetece mucho hacerlo y me hace ilusión. ¡Pero todo lleva mucho trabajo! Además de este programa, esta semana he viajado nuevamente a Madrid y el jueves 7 vuelvo a irme. Así es mi vida. Así ha sido siempre. Arriba y abajo. Razón de más para cuidar especialmente el cuerpo y la voz.
Y eso lo enlazo justamente con lo que plantea Roser en su comentario (ahora mismo tengo la sensación de «Consultorio de la Sra. Francis… Me encanta… Los más jóvenes no sabréis de qué hablo..) Dice Roser «Me voy de colonias 4 días con los alumnos de 3º y 4º de primaria. El día que vuelvo, tengo un concierto de Réquiem de Mozart para Ucrania en el Palau de la Música. ¿Cómo puedo hacer para no «perder» la voz durante estos días? «
Roser, lo que vas a hacer durante 4 días es muuuucho más exigente que todas mis idas y vueltas de Madrid y demás tareas profesionales cantando o dando clases. Ir 4 días de colonias implica hablar mucho y también gritar mucho. Si a tu vuelta quieres cantar El Réquiem de Mozart, te aconsejo lo siguiente:
1. Habla cuando sea estrictamente necesario
2. Llévate un silbato y utilízalo en vez de gritar
3. Haz pedagogía de la voz con los chavales (ejercicios de voz, hazles cantar)
4. Organizar actividades de forma que sean ellos quienes tengan que conducirlas mientras tú te quedas en silencio observando qué y cómo lo hacen.
5. Duerme las horas que te toca y duérmelas bien.
6. Ten siempre una botella de agua y no pares de beber.
En definitiva DO-SI-FI-CA-TE.
Roser, te puede parecer poco pero si consigues llevar a cabo todas estas pautas de higiene vocal el Réquiem irá mucho mejor y podrás disfrutar cantando.
Nos da la sensación de que la voz no nos fallará nunca, ¿verdad? Pero no es así. Falla. Se cansa de nosotros, de que la utilizamos constantemente sin detenernos ni un momento para hacer una inspiración calmada por la nariz.
Esto me liga con una cuestión muy interesante que plantea una persona de la que no tengo el nombre (¡no es que no la quiera mencionar!)…
Dice que desea «Aprender a hacer un buen uso del aire para no añadir demasiada presión subglótica en las cuerdas..» Esta persona debe ser, como mínimo, cantante porque lo de la presión subglótica es un término técnico que sólo empleamos cantantes, profesores de canto y logopedas.
La presión subglótica es necesaria para producir sonido. Si no la generamos no podemos producir ese sonido al que llamamos voz. Es literalmente imposible. El aire es la energía que aduce los pliegues vocales e la línea media y hace que vibren. Ahora bien, una excesiva presión subglótica puede llevar a sobreesfuerzo, tensión y desafinación.
El tema de la gestión del aire es un bonito jardín que daría para todo un año de newsletters pero que resumiré diciendo:
1. Lo importante en la voz no es la cantidad de aire que inspiramos sino cómo gestionamos su salida.
2. Gestionar la salida implica no empujar el aire con el abdominal, ¡no es necesario! El aire sale solo (aunque tú no lo quieras) porque la presión en los pulmones siempre se equilibrará con el exterior por eso no es necesario empujarlo sino gestionar su salida para poder hacer exhalaciones largas y por tanto frases habladas o cantadas largas si eso fuera necesario.
3. ¿Cómo se gestiona la salida de aire? De entrada con un cierre eficaz de los pliegos vocales (eso se da por hecho que es así si nuestra voz está sana), pero sobre todo a través de la musculatura intercostal (la que está pegada a las costillas) que es la que actúa como freno del elástico del pulmón.
No quisiera entrar en demasiados tecnicismos y aburrirte pero, si te apetece, practica una inspiración suave (como si oliéras un perfume que otegusta), deja que las costillas se abran hacia el lateral y déjalas con esta apertura mientras sueltas poco a poco el aire como si mantuvieras el fonema /f/. Intenta mantener las costillas abiertas al menos durante los 4 primeros segundos de esta exhalación. Puedes probarlo después poniendo sonido a esta /f/, como si hicieras el sonido de un abejorro o un mosquito.
¡Este tema es complejo, largo y pesado pero muy apasionante! Daría para mucho y tampoco se trata de escribir el Nuevo Testamento ahora mismo:)
Dicho esto, no pierdo de vista hacer este directo y poder extenderme más y daros algún ejemplo para que se entienda mejor.
¡Confío que hayáis tenido una buena semana y que todo os vaya bien! Ya sabéis que os leeré, como siempre.
Gracias por estar ahí.
Salud y paz.