Empezar a cantar a los 60

Una lectora me pide que hable de «Empezar a cantar en los sesenta».

La plasticidad cerebral es la capacidad del sistema nervioso (neuronas) para regenerarse (anatómica y funcionalmente) y que posibilita la recuperación, en caso de daños, y también el aprendizaje. En la etapa de la adolescencia, nuestras neuronas producen millones y millones de sinapsis (conexiones) y se reducen a medida que nos hacemos mayores.

Sin embargo, la evidencia científica nos dice que, mientras estemos vivos, la plasticidad cerebral se dará en el sistema nervioso. El día que supe de ello me pareció un dato muy relevante y pensé que deberíamos repetírnoslo cada día cien veces y contárselo a nuestras abuelas y madres.

Nunca es tarde para emprender el camino del aprendizaje y mucho menos si lo que nos disponemos a aprender nos ilusiona. Pero no solo eso.

Cantar es una sana gimnasia, tanto para la musculatura intrínseca y extrínseca de la laringe como para otros grupos musculares de otras regiones del cuerpo y que están íntimamente ligadas con la emisión de la voz cuando cantamos.

¡Aún hay otra razón para cantar, especialmente a partir de los 60! Cuando cantamos, movilizamos los cartílagos que configuran la laringe, esa estructura de supervivencia que envejece al igual que el resto del cuerpo y pierde esa movilidad, tan necesaria (y vital) para deglutir, toser, respirar o hacer esfuerzos.

Aunque la razón más importante para empezar a cantar a los sesenta o a la edad que sea, es poder expresarnos cómo solo el canto lo permite, con una profundidad y potencia que nos cambia el ánimo. Por esa razón, sobre todo, debemos cantar.

Nunca dejamos de aprender, si así lo queremos. Aprovechemos, pues, las sinapsis que nos queden por hacer. Nuestras neuronas nos lo agradecerán. Ellas son muy trabajadoras y, si algo saben hacer bien, es mejorar y mejorar y mejorar cada vez que repetimos y repetimos y repetimos una acción.


¡Feliz semana!

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