El sonido que nos representa

He repasado los últimos mensajes que me habéis dejado. Hoy me propongo dar respuesta a uno que me ha llamado la atención.

Gracias por dedicar un pelín de vuestro tiempo a escribirme después de haber leído la carta semanal. Uno de esos mensajes dice que las cartas son enriquecedoras. Ojalá. Este es el objetivo, que os aporten contenidos de cierto valor.

Últimamente soy consciente que me desvio un poco. Siento la necesidad de hablar sobre lo que estoy viviendo estas semanas y no tanto sobre cuestiones estrictamente centradas en la voz. Confío en que estas vivencias artísticas, y lo que implican personal y profesionalmente para mí, también sean de vuestro interés porque seguro que seguiré hablando de ello mientras esté representando Los Puentes de Madison.

Hoy, sin embargo, me centro en vuestros comentarios y uno de ellos dice así:

“Tengo un amigo que tiene la voz más bien aguda y quiere tenerla más grave, para ello se ha puesto a fumar y otras prácticas que creo que perjudican su voz (salud), que le puedo decir para que no siga haciéndose daño?”

No aceptar el sonido que nos representa es algo muy común en la población y totalmente lícito, más faltaría. Por lo general no nos gusta nuestra voz. Ahora bien, no puedo evitar preguntarme sobre el caso que expones. ¿Por qué razón esta persona quiere tener la voz más grave? ¿Qué consecuencias negativas (si las tiene) implica tener la voz aguda en su vida personal o profesional?

Conocer estos aspectos es importante sobre todo si esa persona se decide a trabajar/modelar su voz para modificar su timbre. ¿Se lo ha preguntado alguna vez? ¿O simplemente no le gusta su timbre y quiere modificarlo por una cuestión estética?

Tu amigo debe saber que el tabaco no otorgará más armónicos graves al timbre de su voz. Lo que sí notará en la voz, con el tiempo, es un cambio en ciertos atributos del timbre relacionados con la nitidez del sonido. Es decir, empezará a notar que su voz no es clara/nítida, que aparece un cierto grado de rugosidad y que el sonido se rompe, o dicho de otra forma, aparecen ciertos «problemas mecánicos» en los pliegues vocales que dificultan mantener el sonido de forma continuada.


No voy a entrar en las consecuencias que el tabaco tiene en la salud. Ahora bien, en temas estrictos de voz, es necesario entender que el humo del tabaco pasa directamente por los pliegues vocales, la tráquea y llega al pulmón. El humo, y por tanto las sustancias que contiene el tabaco, entran en contacto directo con todas las estructuras relacionadas con el aparato vocal: sistema resonador o trato vocal (boca y faringe), sistema vibrador o laringe (pliegues vocales) y sistema respiratorio (pulmones).

Dañar estas estructuras y la mucosa que las reviste, no solo tiene consecuencias en el timbre (conjunto de atributos que hacen que nuestra voz sea única e irrepetible) sino que puede llegar a entorpecer nuestra comunicación y, por supuesto, puede tener graves consecuencias para la salud.

Si lo consideras oportuno, hazle llegar esta carta a tu amigo. Es importante que se ponga en manos de un profesional, de un entrenador vocal que le ayude y oriente para conseguir, no tanto, cambiar su voz, pero sí saber cómo utilizar todo su potencial para transformarla.

Hay que ACEPTAR nuestra voz, amarla y cuidarla. Solo tenemos una voz. Y no tiene recambio.

Para terminar la carta, quiero agradeceros también los comentarios que hacéis sobre el podcast Tu voz, tu éxito.

Los mensajes que me llegan en relación al último episodio con Gemma Nierga son verdaderamente gratificantes.

Pedí a Gemma que cerrara el episodio con una reflexión y lo hizo dirigiendo un mensaje a aquellas personas que han pasado, o están pasando, por un problema vocal y a las que no les gusta su voz. La clausura del episodio fue emocionante e inesperada. Doy fe.

¡Que tengáis muy buena semana!


Salud y paz.

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